Angelo Giuseppe Roncalli nació el 25 de noviembre de 1881 en Sotto il Monte, Italia. Proveniente de una familia de campesinos, Angelo tuvo una trayectoria ordinaria que lo llevaría, sin embargo, a alcanzar la Santidad. De origen modesto, aquel que fue llamado posteriormente “El buen papa Juan” conservó siempre la humildad, sencillez y apertura hacia los demás.
Angelo Giuseppe Roncalli
Una vida al servicio de los demás: sus compromisos
Hombre de iglesia
El joven Angelo manifiesta desde su niñez un interés por la vida religiosa y el 7 de noviembre de 1892, ingresa al seminario de Bérgamo. El 10 de agosto de 1904, es ordenado sacerdote. Sus funciones y sus compromisos para con sus superiores y la Iglesia le permitirán ser nombrado arzobispo (el 19 de marzo de 1925), cardenal (el 12 de junio de 1953) y Patriarca de Venecia (el 15 de junio de 1953).
Educador
Desde 1906, enseña historia eclesiástica, patrología y apologética en el seminario, así como un curso de teología fundamental. Asumirá esas funciones hasta 1914. En 1919, es nombrado director espiritual del seminario de Bérgamo hasta que inicia su servicio en la Santa Sede, dos años más tarde.
Sargento del ejército
Durante la Primera Guerra Mundial, Angelo Roncalli es reclutado como sargento para el equipo médico y se convierte en capellán militar para los hospitales de Bérgamo. Allí se ocupaba principalmente de los soldados afectados por la tuberculosis arriesgando su propia vida.
Diplomático
Nombrado arzobispo en 1925, Monseñor Roncalli comienza su periodo en el ámbito diplomático ese mismo año en Bulgaria, Turquía, Grecia y Francia. Este periodo, que culminaría en 1953, le permitió establecer contactos y resolver conflictos que tuvieron lugar más allá de la comunidad cristiana, con sencillez, tacto y humanidad.
JEAN XXIII
El hombre del cambio: su herencia
La fase de transición
Al regresar de París, el Nuncio Apostólico Angelo Giuseppe Roncalli es nombrado Cardenal por el Papa Pío XII, el 12 de enero de 1953 y, algunos días más tarde, el 15 de enero, Patriarca de Venecia. Gracias a ese cargo, retoma sus actividades pastorales y multiplica los contactos con los fieles a través de visitas a las parroquias, hospitales y prisiones.
El pontificado
El 28 de octubre de 1958, el Cardenal Roncalli es elegido papa a la edad de 77 años, siendo considerado, en ese momento, papa transitorio debido a su avanzada edad. El papa Juan XXIII marcará, sin embargo, la historia de la Iglesia con su pontificado convocando el Concilio Ecuménico Vaticano II. Este Concilio fue sinónimo de “actualización” de enseñanzas, disciplina y organización de la Iglesia. Durante su discurso de apertura, declaró: “Quisiera abrir las ventanas de la Iglesia para que podamos ver lo que pasa en el exterior y que el mundo pueda ver lo que pasa al interior de la Iglesia”. Lamentablemente, no vería el fin de los trabajos del Concilio porque fallecería el 3 de junio de 1963 a causa de una enfermedad.
Los decretos del Concilio
Su sucesor Pablo VI culminaría los trabajos del Concilio Vaticano II en diciembre de 1965 y de este saldrían 9 decretos conciliares, entre ellos, Ad Gentes, que es un decreto sobre la actividad de las misiones de la iglesia. Para los misioneros, este Concilio marca un cambio en la manera de evangelizar a los pueblos, integrándose a su manera de vivir y a su cultura, de donde proviene el término “inculturación”. Muchos respondieron a este llamado de apertura hacia los demás, ya sea formando parte de la religión o yendo de misión a un país.
La beatificación y canonización
Juan XXIII fue beatificado el 3 de septiembre de 2000 por Juan Pablo II, y canonizado el 27 de abril de 2014 por el papa Francisco. Su fiesta litúrgica será celebrada el 11 de octubre, día de la apertura del Concilio Vaticano II.
Lo que recordamos de él
El ícono
Juan XXIII simboliza la esencia de la Fundación por su misión. En efecto, la atención centrada en los pobres, el amor y la compasión hacia los marginalizados sin importar su raza, condición social, religión o género, ha marcado profundamente a las Hermanas de la Providencia, a tal punto que llamaron a su obra: Fundación Internacional Roncalli.
El precursor
Su encíclica Pacem in Terris, redactada en 1963, que trata sobre el establecimiento de una paz universal, ¡sigue siendo un tema de actualidad!
El pacifista
Juan XXIII recibió el premio Balzan de la paz el 10 de mayo de 1963, lo cual reflejaba su compromiso al servicio de la paz mediante la publicación de las encíclicas Mater et Magistra (1961) y Pacem in Terris (1963), así como su intervención decisiva durante la crisis de misiles en Cuba (1962).
Para tener acceso al discurso del papa con motivo de la entrega del premio Balzan, hacer clic aquí.
El primer Observador de la Santa Sede en la UNESCO
“El Observador permanente de la Santa Sede en la UNESCO define su misión como una presencia cristiana relacionada directamente con el Magisterio de la Iglesia que sirve para hacer evolucionar el trinomio educación-ciencia-cultura; es decir, instrumentos de paz y de progreso señalados en el Acta Constitutiva de la UNESCO, con el objetivo de lograr una consideración más grande del ser humano dada su naturaleza compleja y única”.
Para más información, hacer clic aquí.
Su personalidad
- Sus virtudes: humildad, sencillez, sentido del humor
- Su divisa: “Obediencia y paz”
- Su fuerza: la diplomacia
En este caso preciso, su experiencia diplomática le sirvió mucho en su rol de mediador entre los presidentes Kennedy (Estados Unidos) y Khrouchtchev (Unión Soviética), cuando ocurrió la crisis de misiles en Cuba. ¡Esta intervención le valió el reconocimiento de hombre del año apareciendo en la portada de la revista Time Magazine en enero de 1963!